Claro, estamos hablando, pero, ¿nos estamos comunicando? Comprender y ser comprendidos, esa es la verdadera comunicación. Y se necesitan más que palabras. De hecho, en ocasiones hablamos más cuando decimos menos. La comunicación tiene el poder de edificar o derribar relaciones. Ayude a su matrimonio a mejorar la manera en la que usted y su cónyuge se comunican. Al utilizar este estudio como guía, reúnase con algunos amigos y descubra cómo: • Reconocer las barreras que a veces impiden que ustedes se comprendan el uno al otro •Pelear limpio cuando llegue el conflicto •Apoyarse el uno al otro a través de las pruebas de la vida Invierta seis semanas en su matrimonio para aprender juntos el arte de la verdadera comunicación. Después de todo, a las palabras se las lleva el viento, pero la comunicación no tiene precio. Comience su proceso de mejorar hoy mismo, y observe cómo crecen su amor y comprensión.